sábado, 5 de junio de 2010

Sonó aquel porton, llenando el aire de aquel ruido al cerrarse, para darme lugar a hundirme en el mundo exterior. Cuando de pronto, una nebulosa oscuridad mezclada con luces que debilitaban mis ojos, hundiendolos en una intensa fotofobia, logró atacarme..Aquellas que no paraban de girar a mi alrededor, no cesaban de marearme..La gente y sus sombras parecían avalanzarse encima mío, amordazándome, dispuestos a atacarme cual presa.. Y la pequeñez de mi cuerpo victimario, parecía debilitarse aún más, entre sucesivos golpes que daba mi corazón, pareciendo querer escapar de mi pecho, a causa de mi debilidad por aquel miedo caoticamente atroz que lograba ofrecerme el mundo exterior.. Caminé, rogando llegar poronto a mi destino, para que el tiempo allá afuera se acabara lo más rápido posible, pero las ancias por llegar, y volver a acobijarme dentro de estas paredes que conforman mi mundo interior, no lograban otra cosa que hundirme en una inmensa desesperación, que no hacía cosa más que debilitarme aún más, al límite de hacer caer mi cuerpo contra esas veredas, y así quedar a la deriva, en manos de todos aquellos extraños monstruos de los cuales quería escapar. Un ¡No puedo! alarmante, sacudió mi mente.. No, no puedo permanecer ni un segundo más acá, desesperandome en su irrealidad que no lograba descifrar de ese mundo tan monstruoso, y yo tan víctima de todo aquello..Entonces, casi sin fuerzas, corrí, corrí, corrí para sumergirme en aquel lugar del cual había salido, corrí, para nuevamente volver, con el fuerte e inmenso deseo de traspasar aquella puerta donde se hallaba mi mundo propio, para instalarme en él y nunca más volver a experimentar aquellas horribles y desesperantes sensaciónes de confusión, desesperación, miedo e irrealidad, que lograba regalarme aquel mundo dispuesto a atacarme..

No hay comentarios:

Publicar un comentario