martes, 24 de noviembre de 2009



sábado, 7 de noviembre de 2009

Me dí cuenta, que no hay manera de sentirse más satisfecho, realizado y tranquilo, que hacer lo que uno quiere sin que nada lo impida.Sé que tememos a lo que cause aquella desición, sé que cada acción conlleva una consecuencia, y muchas veces a eso le tenemos miedo, a la consecuencia.. Pero lo mejor es no guardarse nada, y no sé si estaría bien decir la típica frase, "Hacer lo que te dicta el corazón", porque no hay nada más engañoso que el corazón, nada más traicionero, y creo que es difícil darse cuenta si quien te lo dicta es tu mente, tu CUERPO, o tu corazón, pero hay que hacerse caso a uno mismo, hay que dejar fluír nuestros IMPULSOS, hacerle caso a nuestra voz interior, a nuestras GANAS, y no al miedo. Las cosas son mejor hacerlas cuando se tienen muchas ganas, con ese miedito que le da adrenalina, emoción, importancia. Suele suceder que por tener MUCHO miedo a recibir un NO como respuesta, te callás durante un tiempo extenso, y pensas, CUANDO ESTÉ PREPARADA PARA RECIBIR UN "NO", TAL VEZ DIGA LO QUE SIENTO, CUANDO LO QUE SIENTA NO SEA TAAAN PROFUNDO Y ME PUEDA HERIR TANTO, LO VOY A HACER. Pero las cosas son a su tiempo,ya no tiene la misma EMOCIÓN, no te das cuenta que la acción de CALLARSE LAS COSAS Y DEJAR QUE EL TIEMPO PASE, también conllevaba consecuencias peores, porque el tiempo no se puede congelar, el tiempo pasa, las coasas quedan pendientes, las cosas cumplen su etapa, y hoy no es lo mismo, la realidad cambia, hay que aprender a hacer las cosas en el momento indicado, sin dejar nada para mañana, hay que vivir el hoy, el tren sólo pasa una vez, la oportunidad es hoy, no hay que dejar morir las cosas por miedo ni por ninguna otra razón.Por orgullo y por miedo terminás dejando morir lo mejor que te pudo haber pasado, le terminas haciendo caso a lo superficial, al orgullo, y no verdaderamente a lo profundo, a lo que sentís, ahí es cuando te das cuenta que tenés que hacerte caso, ya sea en lo que te dicte el "corazón", la mente, el cerebro, las hormonas, las ganas, o todo lo que te pueda hacer actuar. Hoy me siento bien y sin ningún peso, porque aprendí a hacer las cosas que me gustan sin pensarlo demasiado, porque si todo lo que haces, lo pensarías dos veces, no lo terminarías haciendo, todo tiene su vuelta, no se la des.

miércoles, 4 de noviembre de 2009

No me meto en la vida de los demás. Pero no sé si me molesta, me da lástima o bronca, que la gente publique tantas cosas de su vida, que cuenten TODO.. Como he dicho en una entrada anterior, sé que a veces las ganas de descargarnos nos hace confundirnos y publicar cosas que tendrían que ser íntimas, osea, esa parte íntima de una persona que uno debería reservarse, o tal vez, no hacerla demasiada pública.. ¿A la gente que le interesa lo que te pase o te deja de pasar?, (debe ser porque me molestala gente chusma).. Es más, vos tal vez lo hagas con la intención de descargarte, de pedir ayuda (o dar lástima en mucho de los casos) y es peor, porque casi siempre terminas tornandote pesada, pesimista, o te terminan tratando de "l0ca". Y sé que muchas veces digo que DEBE chuparte un huevo lo que diga la gente, pero creo que es inmaduro aceptar los alagos y despreciar las cosas que, MAL pensamos que no nos juegan muy a favor, porque la gente verdadera es la que te dice también las cosas que les parecen mal, que te son sinceras, para que progreses, para darte su opiñon, su punto de vista y para que lo veas desde otro "globo ocular" por así decirlo, osea, desde otros ojos, ahí te das cuenta que en verdad, te juega a favor, y no sólo las que te alagan son buenas personas, porque los alagos sólo aumentan tu autoestima, pero las críticas te construyen, aprendes de lo malo. Y si te chupa un huevo lo que piensa la gente, como te ven, etc, también tenés que estar preparado para que te traten y te tomen de esa manera, porque te toman como te ven, y te ven como demostrás ser, aunque a veces las apariencias engañen.. No digo el extremo de darle demasiada importancia a lo que digan, y menos a todo el mundo, pero sólo quedarse con la parte buena, con la parte de fijarnos lo que tal vez está mal y no vemos, quedarnos con eso malo que dá buenos resultados, con eso malo que nos hace bien, que nos hace progresar.