miércoles, 26 de noviembre de 2014

Siento el peso de la vida en mis hombros, queriendo quebrar mi espalda
apenas puedo mantenerme estrecha, su fuerza me aplasta.
Siento el filo del dolor, rasjando mis entrañas,
siento como me corrompe, queriendo desbordar mi alma.
Siento como pesan las heridas, callando las palabras,
y me esfuerzo en reunir mis energìas, para poder sostener mi mirada.
Y aunque quiebren mis rodillas, permanecerè siempre parada,
porque de la vida soy guerrera, jamàs serè su esclava.
Mis lagrimas siempre ocultas, màs nunca derramadas,
Siempre me veras fuerte, màs nunca quebrantada.
Me veras en toda crisis, y en todas circunstancias
con mi orgullo bien firme, y la frente bien alzada.

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